En el entorno digital actual, la gestión de riesgos es una parte esencial de cualquier estrategia de seguridad de la información.
Un IT risk management plan bien elaborado ayuda a las organizaciones a identificar y mitigar las amenazas potenciales, protegiendo así sus activos críticos y garantizando la continuidad del negocio.
En este artículo, te guiaremos a través de los pasos clave para desarrollar un plan de riesgos para IT efectivo.
Y además, si quieres detectar puntos débiles y posibles riesgos de seguridad de sus activos de IT, te recomendamos utilizar nuestra checklist de risk management gratuita.
¿Qué es un plan de riesgos de IT?
Un plan de riesgos para IT (o IT risk management plan) es una estrategia destinada a detectar, evaluar y mitigar los riesgos asociados con los activos digitales de una organización.
Su principal objetivo es asegurar elementos críticos como infraestructura técnica, datos confidenciales, sistemas críticos y continuidad del negocio.
A través de una evaluación de riesgos exhaustiva, la estrategia permite a las empresas anticipar eventos potenciales y tomar medidas preventivas para minimizar su impacto negativo potencial.
Se trata de una herramienta esencial para garantizar la seguridad digital de las organizaciones y hacer frente a los constantes desafíos de ciberseguridad.
Pasos para realizar un IT risk management plan
1. Identificar los activos de IT
El primer paso en cualquier plan de riesgos es identificar y priorizar los activos de tu organización.
Esto incluye no solo el hardware y el software, sino también los datos y la información que son esenciales para las operaciones de tu negocio.
Una vez hayas identificado estos activos, comienza a evaluar qué amenazas podrían afectar su disponibilidad, integridad o confidencialidad, y clasifícalos según su importancia y sensibilidad.
Asegúrate de recoger esta información en un único documento y mantenerlo actualizado. Para ello, nuestra checklist de risk management gratuita te puede ser de gran utilidad.
2: Identificación de amenazas y vulnerabilidades
Una vez que se conocen los activos, es necesario identificar las posibles amenazas y vulnerabilidades que podrían afectarlos.
- Identificación de amenazas
La identificación de amenazas implica identificar y analizar las posibles fuentes o eventos que podrían causar daño o poner en peligro la seguridad de los activos de IT.
Estas amenazas pueden ser internas (provenientes de empleados o usuarios con acceso a sistemas) o externas (ciberdelincuentes, hackers, desastres naturales, entre otros).
Algunos ejemplos de amenazas pueden incluir ataques de phishing, malware, ransomware, desastres naturales, fallos en la red, errores humanos, entre otros.
- Identificación de vulnerabilidades
La identificación de vulnerabilidades se centra en detectar debilidades específicas en la infraestructura tecnológica, aplicaciones o sistemas que podrían ser explotadas por las amenazas para causar daño.
Pueden surgir debido a la falta de parches de seguridad, configuraciones incorrectas, accesos no autorizados, sistemas obsoletos, entre otros.
- Relación entre amenazas y vulnerabilidades
Las amenazas y vulnerabilidades están relacionadas entre sí. Por ejemplo, una amenaza podría ser un ataque de phishing que busca obtener credenciales de acceso a través de correos electrónicos fraudulentos, y la vulnerabilidad podría ser la falta de concientización y capacitación del personal en cuanto a reconocer correos electrónicos maliciosos.
3. La ecuación de riesgo
Una vez identificados los activos, las amenazas y las vulnerabilidades, se puede calcular el riesgo.
La ecuación de riesgo es la siguiente:
Riesgo = Amenaza x Vulnerabilidad x Activo
“Activo” representa el valor del activo en riesgo, por ejemplo, la propiedad intelectual, infraestructura tecnológica, datos esenciales, etc.
Al multiplicar estos tres factores, se obtiene el nivel de riesgo asociado a una amenaza específica.
Cuanto mayor sea el resultado, mayor será el riesgo que representa para la organización.
4. Definir medidas de mitigación
En este paso, es esencial desarrollar estrategias para mitigar los riesgos identificados. Esto puede incluir medidas técnicas, como la implementación de firewalls y sistemas de detección de intrusos, así como procedimientos operativos para garantizar el cumplimiento de políticas de seguridad.
5. Establecer un plan de respuesta a incidentes
Crea un plan de respuesta a incidentes que detalle cómo actuar en caso de que ocurra un evento de seguridad.
Debe incluir la notificación y comunicación adecuada a las partes interesadas, así como la recuperación y restauración de los sistemas afectados.
6. Asignar responsabilidades
Define claramente las responsabilidades de cada miembro del equipo en la implementación del plan de riesgos de IT.
Esto incluye a los líderes de IT, personal de seguridad cibernética y otros miembros clave del equipo.
7. Mantener y actualizar el plan regularmente
La gestión de riesgos es un proceso continuo. A medida que tu empresa evoluciona y surgen nuevas amenazas o se identifican nuevas vulnerabilidades, es fundamental mantener y actualizar el plan de riesgos de IT regularmente para garantizar su eficacia.
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Como hemos visto, adoptar una postura proactiva frente a los retos de ciberseguridad se ha vuelto crucial para cualquier organización. Ahora que ya sabes como hacer un plan de riesgos de IT efectivo, comienza hoy mismo a proteger tus activos.